Desde el techo de precios conseguido del 22 de mayo, fecha en que los índices registraron sus máximos, luego probados sin éxito en el rally de verano, la música comenzó a bajar de volumen.
Los finos oídos institucionales atisbaron el cambio y comenzaron a vender, distribuir, acciones propias, al igual que insiders, mientras animaban a los pequeños inversores a permanecer comprados e incluso a aumentar cartera.
Según avanza el mes de agosto, el volumen de la música sigue perdiendo fuerza hasta el punto que ahora se escucha desde cualquier pantalla, en la que el color rojo es sinónimo de bajo volumen.
Aunque de momento no se ha producido un apagón, técnicamente al menos no se han roto estructuras importantes aún, lo cierto es que al final los inversores retail suelen quedarse corriendo alrededor de las sillas hasta que se acaba la fiesta… y no suelen encontrar sitio.
Los índices USA atacaron sus medias de 50 sesiones hace unos días y las utilizaron para rebotar levemente al alza pero ahora, han regresado a la baja con fuerza y con aspecto de romperlas definitivamente, de manera que las medias de 200 sesiones se convierten en zonas objetivo.
Veamos el aspecto gráfico de algunos índices y objetivos de caída más probables:
DOW JONES Diario
DOW TRANSPORTES diario
DAX diario
EUROSTOXX diario
El selectivo español no ha tenido la misma suerte y cotiza desde hace meses por debajo de sus respectivas medias móviles de referencia.
IBEX 35 diario
Se recomienda prudencia, el ex CEO de CITI Charles Prince, en un alarde de engreimiento inversor, afirmó antes de las fuertes caídas de 2007 que «mientras suene la música hay que estar de pie y bailar». Bailó y bailó, tanto que al final no encontró silla y dejó al entonces mayor banco del mundo al borde de la bancarrota.