La bolsa permanece impasible a los acontecimientos y subiendo cada día. Desde los mínimos de hace 8 semanas, los principales índices USA han subido más del 10%, un 18% el Russell. Argumentos hay para justificar las compras, como de costumbre, aunque también para mesurar el riesgo.
El principal argumento detrás del entusiasmo comprador está en que el año 2013 será positivo para las acciones porque sencillamente no hay alternativa, los bonos ofrecen unas rentabilidades reales negativas, y además las autoridades seguirán manipulando los mercados a su antojo como herramienta para salir de la crisis.
También incide en la psicología del inversor el positivo desarrollo reciente del mercado, que despierta el entusiasmo inversor al tiempo que invita a subestimar los riesgos.
Poco importa el estancamiento en los beneficios empresariales, o la debilidad económica, las medidas de ajuste presupuestario, los déficit o el techo de deuda, por citar algunos escolllos que afectan directamente a la evolución económica y financiera.
La Cámara de Representantes USA vota hoy una posible extensión de tres meses del tiempo ya extendido, dos meses que se concedieron el 31 de diciembre, para fijar el techo de deuda, siempre y cuando el Senado presente ya los presupuestos.
En otras palabras, otra patada adelante, con el fin de demorar asuntos de vital importancia por puro interés político. La incertidumbre permanecerá en tanto los políticos no se pongan a trabajar. Incertidumbre que por otra parte se gestiona de manera muy conveniente desde la perspectiva del mercado, apuntalamiento.
La evolución económica es débil con un PIB merodeando el 2% a pesar de los ingentes estímulos y se mezclan datos positivos y negativos. El empleo y la vivienda están mejorando mientras que los últimos datos de manufacturas -PMI- han sorprendido al alza (56 frente a 53 estimado). Sin embargo, los datos de Actividad Nacional de la FED de Chicago han sido negativos en dos de los pasados tres meses y los datos de manufactura de la FED de Richmond muestran una intensa caída este mes hasta -12 cuando se esperaba +5 y caída en todos sus principales componentes.
Además, el sentimiento medido por la Universidad de Michigan se giró de manera violenta en su último registro y observen la situación en que se encuentra ahora respecto de anteriores recesiones, en el gráfico siguiente:
Si este gráfico circula sobre la mesa de los políticos no querrán introducir ahora medidas de corte austero, ni subir impuestos ni en definitiva ser acusados de responsables de provocar una recesión. Por esta o/y otras razones optan por extender el «marrón» todo lo más posible.
Los directivos de las grandes compañías, sin embargo, ajenos a las trifulcas políticas no lo están respecto de su patrimonio y en vista de una coyuntura y previsiones poco convincentes están decidiendo salir disimuladamente del mercado. El cuadro siguiente refleja la actividad de los insiders de las 10 principales empresas del Nasdaq durante los pasados seis meses.
En fin, la incertidumbre sobre el techo de deuda permanecerá con todos nosotros hasta el próximo día 19 de mayo, gracias a la benevolencia mal entendida del Partido Republicano que ha decidido conceder tiempo a los demócratas a cambio de reforzarse en unas negociaciones sobre el programa fiscal y de recorte de gasto que son, en todo caso, imprescindibles y afectarán a los americanos durante años.
El mercado se ha librado, por el momento, de la cita de calendario referida al techo de deuda prevista para dentro de 5 semanas. A partir de hoy son 16 semanas de incertidumbre, también de tensa espera bajo la ilusión de que surja una clara mejora en la evolución económica o de otra forma la primavera podría convertirse en un calvario financiero.
¿Aguantará el mercado tanto tiempo sin corregir? o quizá se trate tan sólo de la guinda final sobre un gran pastel de entusiasmo comprador.
RUSSELL 2000. Diario