GRAN CONSENSO EN ESPERA DE INESTABILIDAD
La Reserva Federal está arrinconada entre la necesidad de gestionar la inflación y la de mantener el crecimiento económico mientras defiende la estabilidad en los mercados financieros, sistemas que dependen de tipos muy bajos, liquidez y facilidad de acceso al crédito. El caos de propia creación después de dos décadas, particularmente los últimos 12 años, de políticas monetarias practicadas por la FED es histórico y las dificultades económicas y financieras actuales combinadas con falta de herramientas para modularlas es un desafío desproporcionado, con grandes posibilidades de no alcanzar el éxito esperado. Con los tipos en zona cero la Reserva Federal no dispone de margen, tampoco tendría demasiado en términos de tipos considerando tasas de IPC merodeando los dos dígitos pero al menos podría decidir. Se da la circunstancia de que cuando una economía se enfría o cuando el sentimiento del consumidor torna pesimista, las autoridades siempre en la historia han tratado de solventarlo modulando los tipos de interés convenientemente. Desde la década de los ´70s, cada vez que el Sentimiento del Consumidor (medido a través del dato de la Universidad de Michigan) se ha deteriorado, la Reserva Federal siempre ha reducido el precio del dinero, rebajado los tipos. Excepto en